Amazon ha seleccionado doce de sus centros logísticos ubicados en América del Norte y Europa para probar una herramienta de inteligencia artificial capaz de…
Amazon ha seleccionado doce de sus centros logísticos ubicados en América del Norte y Europa para probar una herramienta de inteligencia artificial que puede verificar si los artículos para el envío están dañados o no. La empresa espera que la IA acelere el proceso de entrega y evite sorpresas desagradables para los clientes.
Verificación de productos en Amazon, un proceso largo y tedioso
Hasta ahora, los empleados de los centros de clasificación de Amazon eran responsables de comprobar si los productos tenían signos de desgaste o daños cuando se colocaban en el embalaje de entrega. Este proceso, largo y tedioso, se correlaciona con el respeto de los objetivos fijados por la empresa para ser rentable. Cuantos más productos se controlen, más paquetes se podrán enviar a tiempo y rápidamente.
Amazon estima que menos de uno de cada 1000 artículos que maneja está dañado. Un número muy bajo que hace que este proceso de verificación sea «cognitivamente exigente, porque los empleados buscan algo raro y ese no es su trabajo principal», en palabras de Jeremy Wyatt, director de ciencia aplicada de Amazon Robotics, al Wall Street Journal.
Durante varios meses, la empresa de Jeff Bezos ha estado trabajando en varias formas de utilizar la IA para acelerar los flujos de trabajo y simplificar la toma de decisiones en la cadena de suministro. Como resultado, se ha esforzado por automatizar aún más sus almacenes, en particular gracias a la contribución de las habilidades de Kiva Systems, una empresa especializada en robótica adquirida por 775 millones de dólares en 2021. En noviembre de 2022, la firma presentó su nuevo brazo robótico. llamado Sparrow, capaz de agarrar millones de artículos de diferentes formas y tamaños para clasificarlos antes de la entrega.
El aprendizaje automático y la visión por computadora en el corazón de este sistema de verificación
En concreto, la inteligencia artificial implementada por Amazon comprueba los productos durante el proceso de empaquetado del producto. Cada artículo de mercancía se coloca en un contenedor donde hay una multitud de cámaras conectadas a una estación de imágenes. Este analiza el producto y si resulta que está dañado, el contenedor se trasladará solo a uno de los empleados de la empresa a través del almacén. Él puede, a su vez, verificar el estado del objeto. Si todo está en orden, el artículo puede ser embalado, si no, será reemplazado.
Para entrenar este modelo, Amazon se basó en el aprendizaje automático. Se utilizó una enorme base de datos, que incluía fotos de artículos dañados y otros en perfecto estado, para permitir que la IA reconociera la más mínima falla en un producto en un instante. Según Christoph Schwerdtfeger, director de desarrollo de software de Amazon, «la IA es tres veces más eficaz para identificar daños que un trabajador de almacén». Actualmente, dos centros de distribución se benefician de esta tecnología, y el sistema debería implementarse en otros diez sitios antes de fin de año.