El CEO de Arm, Rene Haas, se reunió con el Ministro de Ciencia y Tecnología de China, Zhang Guangjun. Este último lo instó a profundizar la relación de su empresa…
El CEO de Arm, Rene Haas, se reunió con el Ministro de Ciencia y Tecnología de China, Zhang Guangjun. Este último le ordenó profundizar la relación de su empresa con universidades, institutos de investigación y empresas chinasmientras China intenta mantenerse en la carrera por los semiconductores.
Arm se compromete a operar activamente en China
El ministro también aseguró que su ministerio continuará «brindando servicios y apoyo a empresas de alta tecnología como Arm para desarrollarse en China». Por su parte, Haas, que realizaba su primera visita a China desde la pandemia de la Covid-19, se comprometió a «fortalecer los intercambios y diálogos en el futuro». También indicó queArm estaría «integrado activamente en el sistema de innovación científica y tecnológica de China» “, según el ministerio chino citado por el Financial Times.
La arquitectura de Arm es fundamental para la industria de los semiconductores. Equipa, entre otros, el 99% de los smartphones de gama alta. Si China lo insta a invertir más en su territorio, el fabricante británico, como muchas empresas estadounidenses y occidentales en general, se encuentra atrapado entre su deseo de operar en China y la presión de Washington.
En octubre pasado, la Casa Blanca impuso fuertes restricciones a las empresas que deseaban exportar tecnologías relacionadas con semiconductores al Reino Medio. Invita a sus aliados a adoptar medidas similares. El brazo está preocupado y tiene prohibición de suministrar algunos de sus modelos más avanzados a los clientes chinos.
La situación de las armas en China sigue sin resolverse
Su situación es tanto más delicada cuanto que necesita un gesto amistoso de China para completar con éxito su cotización en la Bolsa de Nueva York, prevista para finales de año.
La división china de Arm ha estado retrasando el plan de la compañía para deshacerse de su empresa conjunta local durante más de un año. Las autoridades chinas se niegan a procesar los documentos que confirman la transferencia de Arm China a una nueva entidad. En su informe anual, la empresa manifestó que se había llevado a cabo sin estar registrado en China por el momento.
A pesar de esta decepción, Arm se prepara para su salida a bolsa, que probablemente será la más importante del año. En particular, modificó su modelo de negocio y reestructuró algunas de sus unidades, con el objetivo de maximizar sus ingresos y captar el interés de potenciales inversores.
El fabricante británico espera que se valore en más de 50.000 millones de dólares, y busca recaudar al menos 8.000 millones de dólares. Esta operación es casi vital para SoftBank, que compró Arm en 2016, el conglomerado japonés que acumula pérdidas desde hace varios trimestres.