China se queja ante la Organización Mundial del Comercio por la Ley de chips de EE. UU.

En una reunión del Comité de Subsidios y Medidas Compensatorias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) el 2 de mayo, los funcionarios chinos atacaron los subsidios estadounidenses a…

En una reunión del Comité de Subsidios y Medidas Compensatorias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) el 2 de mayo, los funcionarios chinos atacaron los subsidios estadounidenses a la industria de los semiconductores. Olvidando que Beijing está haciendo lo mismo a través de su “Big Fund”, un discreto fondo de inversión creado en 2014.

Semiconductores en el centro de la rivalidad entre China y Estados Unidos

El China Daily, el diario en inglés del Departamento Central de Propaganda del Partido Comunista de China (PCCh), informó que en Ginebra, en la sede de la OMC, China «instó a Estados Unidos a eliminar las medidas de subsidio discriminatorias y que tienen efectos distorsionadores».

En diciembre, China inició un procedimiento ante el organismo internacional para impugnar medidas tomadas por Estados Unidos dos meses antes. Su objetivo es evitar la exportación de herramientas y componentes de fabricación de semiconductores al país. Este enfoque fue acompañado recientemente por una solicitud para examinar los acuerdos entre los Estados Unidos y los Países Bajos y Japón, cuyo objetivo es atraer a estos países a la estela estadounidense.

Sin embargo, no fue sobre este punto que los representantes chinos se pronunciaron el 2 de mayo. Según la prensa oficial del PCCh, atacaron la Ley de Chips y Ciencia, un programa de subsidio de 53.000 millones de dólares, promulgado en agosto de 2022, con el objetivo de atraer fábricas líderes en la industria a Estados Unidos.

Para China, este programa interrumpirá «gravemente» la cadena mundial de suministro de chips, citando la reciente escasez relacionada con la pandemia de Covid-19. Para el China Daily, esta política dañará a China “pero también a los intereses inmediatos de todas las partes, incluidos Estados Unidos y sus aliados”. Según expertos citados por los medios, «Esta medida demuestra la determinación de China de salvaguardar el multilateralismo».

La Unión Europea, Corea del Sur, Japón, Taiwán, cada uno tiene su propia Ley de chips, ya sea adoptada o en proceso de adopción. Sin embargo, Estados Unidos ha insertado una cláusula particular: para beneficiarse de los subsidios, las empresas candidatas deben comprometerse a limitar sus inversiones en el sector de los semiconductores en China durante diez años.

¿Hacer lo que digo, no lo que hago?

Representantes chinos denuncian un “doble rasero” en la política industrial estadounidense. Una expresión que podría ser reversible. Beijing estableció en 2014 un fondo, el Fondo Nacional de Inversión de la Industria de Circuitos Integrados, apodado el Gran Fondo, provisto de decenas de miles de millones de dólares, para apoyar una industria local de semiconductores. En particular, ha ayudado a las dos mayores empresas chinas del sector, Semiconductor Manufacturing International Corp (SMIC) y Yangtze Memory Technologies Co (YMTC).

China depende del exterior para obtener semiconductores, en particular los más avanzados. El país importa más componentes que petróleo. Una fragilidad perfectamente identificada por Pekín y plenamente explotada por Estados Unidos en un contexto geopolítico extremadamente tenso entre ambos países.

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