La oxitocina juega un papel clave en la modulación de la respuesta al dolor pero, hasta ahora, se desconocían las vías cerebrales involucradas y la especificidad sexual. En un artículo publicado en la revista Nature Communications, los científicos acaban de identificar, en la rata (La palabra «rata» designa en francés, en lengua vernácula…), una nueva población de pequeñas neuronas en el hipotálamo. Activadas por el dolor (El dolor es la sensación que siente un organismo cuyo sistema nervioso detecta un…), liberan oxitocina (La oxitocina u oxitocina es una hormona peptídica sintetizada por los núcleos…) en la sustancia gris periacueductal, atenuando así la sensación dolorosa, cualquiera que sea su modalidad.
Las neuronas sensibles a la oxitocina (verde) están en contacto directo con los axones de las pequeñas neuronas oxitocinérgicas (púrpura). Su activación dentro de la materia gris periacueductal inducirá un alivio del dolor, en mujeres y hombres (Un hombre es un individuo masculino adulto de la especie llamada hombre moderno (Homo…). visualizado en azul (Azul (del antiguo alto alemán «blao» = brillante) es uno de los tres colores…).
© Laboratorio Charlet
El dolor es una experiencia compleja y multidimensional que incluye tanto aspectos físicos como emocionales. Aunque el dolor es una experiencia subjetiva, las investigaciones realizadas en las últimas décadas han identificado varias áreas cerebrales involucradas en su procesamiento, como la corteza prefrontal, la amígdala o la sustancia gris periacueductal (PAG). El PAG ejerce un fuerte control (La palabra control puede tener varios significados. Puede usarse como sinónimo de examen, de…) de la señal ( Términos generales Una señal es un mensaje simplificado y generalmente codificado. Hay.. . ) nociceptivo: recibe información de varias regiones subcorticales y talámicas y luego modula la información hacia arriba para establecer una respuesta adecuada al dolor percibido. Sin embargo, todavía tenemos poco conocimiento de cómo se lleva a cabo la integración y modulación del mensaje nociceptivo dentro del PAG. La oxitocina (OT), un neuropéptido multifacético, tiene funciones analgésicas, aunque los circuitos neuronales involucrados en estas funciones no se comprenden completamente. En este estudio, los científicos identificaron un nuevo circuito modulador del dolor en ratas.
Para estudiar el papel de la señalización de OT en PAG, los científicos generaron una nueva línea de ratas transgénicas, que expresa un marcador en las neuronas que expresan el receptor de oxitocina. Descubrieron que alrededor del 20% de las neuronas PAG expresan el receptor de oxitocina. Al realizar registros electrofisiológicos ex vivo, demostraron que estas neuronas eran funcionales. Una serie de experimentos de rastreo anatómico encontró que las neuronas OT del núcleo paraventricular, pero no del núcleo supraóptico del hipotálamo, se proyectan hacia el PAG. Este circuito es neuroanatómicamente independiente de los descritos previamente.
Este estudio también demuestra, por varios enfoques, que las fibras del núcleo paraventricular liberan oxitocina en el PAG. Una cuarta parte de las neuronas que expresan el receptor de oxitocina están permanentemente excitadas por la oxitocina.
Los científicos llevaron a cabo una serie de experimentos que permitieron ilustrar el efecto analgésico de esta modulación de PAG por la oxitocina. Este efecto se encontró independientemente de la modalidad sensorial, el tipo de dolor o el sexo del animal (Un animal (del latín animus, espíritu o principio vital) es, según la clasificación clásica, un…), sugiriendo un circuito de gran importancia para el control del dolor.
Este estudio proporciona una mejor comprensión de las funciones de la oxitocina, destacando que su receptor podría ser una diana terapéutica interesante en el alivio del dolor, tanto agudo como crónico.
Para saber más
Una vía analgésica desde las neuronas parvocelulares de oxitocina hasta la sustancia gris periacueductal en ratas.
Iwasaki M, Lefevre A, Althammer F, Clauss Creusot E, Lapies O, Petitjean H, Hilfiger L, Kerspern D, Melchior M, Küppers S, Krablicher Q, Patwell R, Kania A, Gruber T, Kirchner MK, Wimmer M, Frohlich H , Dotsch L , Schimmer J , Herpertz SC , Ditzen B , Schaaf CP , Schoenig K , Bartsch D , Gugula A , Trenk A , Blasiak A , Stern JE , Darbon P , Grinevich V , Charlet A .
Nature Communication, 25 de febrero. DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-023-36641-7
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