La pandemia de COVID-19 y las medidas sanitarias parecen haber alterado la transmisión de varios virus estacionales, incluidos la gripe y el virus respiratorio sincitial. ¿Es la interacción entre estos virus lo que está en duda o nuestro sistema inmunológico estaría fuera de control?
Foto: Wavebreakmedia Ltd / Dreamstime
El ejemplo más estudiado ha sido el virus respiratorio sincitial (VSR). Según investigadores de la Columbia Británica, antes de la pandemia (Pandemia (del griego antiguo πᾶν / pãn (todos) y…), había 1450 casos de RSV por año en promedio. Sin embargo, en 2020-2021, solo 5 casos han sido reportados. Esta disminución ha sido observada por varios equipos de investigadores, incluidos taiwaneses, británicos y estadounidenses.
Esta disminución fue seguida por un marcado aumento, señalan estos mismos investigadores estadounidenses, así como un estudio británico publicado en The Lancet en septiembre de 2022. ¿Es esto solo un efecto de la relajación de las medidas de salud? Varias hipótesis circulan para explicar cómo la exposición a ciertos virus podría influir en nuestra respuesta inmune a otros. Aquí hay tres.
1) La falta de exposición a los virus crea una «deuda inmune»
Según esta primera hipótesis, las infecciones asintomáticas estacionales por VRS serían necesarias en adultos para mantener la inmunidad en un nivel óptimo. Sin embargo, en el primer año de la pandemia, las medidas de confinamiento limitaron los casos de VSR, lo que confirma un estudio realizado en Holanda. Este midió la concentración de anticuerpos contra RSV en 558 individuos; se observó una disminución en casi todos los participantes entre junio de 2020 y junio de 2021. Los investigadores de Columbia Británica mencionados anteriormente obtuvieron resultados similares, quienes midieron el nivel de anticuerpos contra el RSV en mujeres en edad fértil y en bebés.
En los adultos, esta caída en el nivel de anticuerpos no es problemática ya que tienen células de memoria que pueden activarse durante una nueva exposición al virus. Sin embargo, recuerden estos investigadores canadienses, los bebés no tienen inmunidad contra el RSV al nacer. Para defenderse de este virus, por lo tanto, dependen únicamente de los anticuerpos recibidos de su madre durante el embarazo y la lactancia (La lactancia materna es la acción de las hembras de mamíferos alimentando a sus crías…). Sin embargo, según investigadores de Terranova, los bebés nacidos durante la pandemia no se habrían beneficiado de estos anticuerpos maternos.
Además, los niños pequeños tuvieron que esperar más durante la pandemia para desarrollar su propia memoria inmunológica ya que no estuvieron expuestos al RSV, explica el equipo de Columbia Británica y lo publicado en The Lancet.
En mayo de 2021, investigadores franceses habían propuesto que la ausencia del VSR durante los primeros seis meses de la pandemia habría aumentado la probabilidad de que los niños lo contrajeran cuando el virus hubiera vuelto a la circulación (La circulación route (anglicismo: tráfico rodado) es el movimiento de vehículos de motor…). Esta hipótesis se conoce como deuda inmune y ha sido adoptada por investigadores de Holanda, Estados Unidos, Gran Bretaña y Nueva Zelanda.
2) Algunos virus interfieren con la memoria inmunológica
En 2019, un estudio sobre el sarampión demostró que este virus puede comprometer la eficacia del sistema inmunitario durante meses o incluso años. Los investigadores llegaron a esta conclusión al examinar los anticuerpos en la sangre de 77 niños no vacunados, antes y después de una epidemia de sarampión en los Países Bajos. Antes de la epidemia, estos niños tenían anticuerpos contra varios patógenos. Después del sarampión, la diversidad de anticuerpos disminuyó en un promedio de 20 % y hasta 70 % en algunos niños. Estos últimos, por lo tanto, se volvieron vulnerables a enfermedades que ya habían combatido.
No está claro si el caso del sarampión se aplica a todos los virus. Así, los investigadores de Terranova se encuentran entre los que creen poco probable que los numerosos casos de VRS se deban a un mal funcionamiento del sistema inmunitario provocado por el SARS-CoV-2, ya que este virus provoca una infección leve en los niños que acaba rápidamente.
Dicho esto, un estudio estadounidense publicado en marzo de 2023 demostró que la infección por SARS-Co-V2 debilitaba la respuesta de determinadas células del sistema inmunitario, las células T CD8+, durante la vacunación (La vacunación es un proceso que consiste en introducir un agente externo (el …) más adelante. Un fenómeno similar se ha observado además para el VIH y la hepatitis C (la hepatitis C es una enfermedad infecciosa transmitida por la sangre y causada por el virus de…), subrayan los autores del estudio.
3) Ser infectado por un virus puede disminuir el riesgo de ser infectado por otro
Según los investigadores de Taiwán ya citados, otra hipótesis para explicar la reducción de infecciones respiratorias durante la pandemia sería la «competencia» entre los distintos virus. Citan en particular un estudio italiano (italiano es el nombre que se usa comúnmente para la cuerda que se usa para maniobrar un carrete….) que observó que, cuando el SARS-CoV-2 estaba muy activo, había pocos RSV. Por el contrario, cuando la actividad (El término actividad puede referirse a una profesión.) de SARS-CoV-2 disminuyó, la de RSV aumentó.
En 2022, dos investigadores de Quebec publicaron en Emerging Infectious Diseases un resumen de conocimientos sobre «interferencia (en mecánica ondulatoria, hablamos de interferencia cuando dos ondas del mismo tipo…)» entre virus. Por ejemplo, la infección por un virus puede desencadenar la expresión de moléculas no específicas del sistema inmunitario llamadas interferones. Estos luego provocan una respuesta antiviral que bloquea la replicación de varios virus.
Estos investigadores de la Universidad Laval añaden que la infección de una célula por un virus también puede reducir la presencia de ciertas moléculas en su superficie que sirven como receptores para otros virus. Por lo tanto, estos ya no pueden penetrar en las células que ya están infectadas.
Por ejemplo, se sabe que las infecciones por RSV son menos comunes cuando el virus de la influenza es muy activo. Los rinovirus evitarían la infección por el virus de la gripe.
Los virus respiratorios no son todos iguales
Estos no son todos los virus respiratorios cuya transmisión se ha frenado por las medidas sanitarias. A principios de 2022, los investigadores británicos estaban ansiosos por señalar que los rinovirus habían seguido circulando durante la pandemia. Según los dos investigadores de la Universidad (Una universidad es un establecimiento de educación superior cuyo objetivo es…) Laval, Jocelyne Piret y Guy Boivin, esto podría explicarse porque este virus es más resistente a los desinfectantes alcohólicos y que su la transmisión no se ve afectada por las máscaras.
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