Oliver Blume, director general del Grupo Volkswagen, habló hace unos días. Él claramente cuestionó proyectos relacionados con tecnologías de conducción autónoma.
¿Cambio de estrategia en Volkswagen?
Tras presentar a finales de septiembre el Gen.Travel, un nuevo vehículo eléctrico y totalmente autónomo que podría sustituir a los vuelos cortos, el fabricante alemán podría cambiar de estrategia. Otro vehículo eléctrico autónomo anunciado hace unos meses, bautizado como Trinity, y la construcción de una nueva fábrica dedicada a la fabricación de vehículos autónomos son dos proyectos que podrían posponerse o incluso abandonarse.
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Según el Wall Street Journal, estas son las primeras señales desde su nombramiento hace dos meses de que el nuevo jefe de la marca podría dar marcha atrás en algunos de los proyectos tecnológicos el más ambicioso de su predecesor. En un mensaje enviado a los empleados el 17 de noviembre de 2022, Oliver Blume y Thomas Schäfer dijeron a los empleados que “aprovechamos esta oportunidad para revisar todos los proyectos e inversiones y determinar si son viables”.
Esta decisión muestra cómo el nuevo jefe del fabricante alemán, que asumió el mando de la empresa en septiembre después de que el consejo de administración destituyera a Herbert Diess, quiere restablecer el orden en las actividades de Volkswagen. Según él, el fabricante de automóviles debería centrarse en la implementación a corto plazo de software y tecnologías clave para los próximos modelos. Bajo el liderazgo de Herbert Diess, el segundo fabricante de automóviles más grande del mundo por ventas comenzó a desarrollar software internamente para todas sus marcas.
La división dedicada a este proyecto, llamada Cariad, lucha por cumplir sus promesas. Si efectivamente se abandona el desarrollo del modelo Trinity, podría afectar las ambiciones de Volkswagen en conducción autónoma. Una fuente no identificada dijo que «no tenemos los conocimientos para poner un automóvil en las calles en 2026 que estaría al mismo nivel que un Tesla».
Oliver Blume apuesta más por la rentabilidad de cada una de las marcas del grupo. Los analistas creen que esta estrategia ilustra la voluntad del nuevo jefe de Volkswagen para aumentar la rentabilidad a corto plazo en lugar de invertir en costosos proyectos a largo plazo que tal vez nunca lleguen a buen término.