Conectando París-Nueva York en 90 minutos para 2035 sin emisiones de carbono, Destinus ofrece uno de los proyectos más innovadores en aeronáutica. La start-up suiza presentó su prototipo…
Conectando París-Nueva York en 90 minutos para 2035 sin emisiones de carbono, Destinus ofrece uno de los proyectos más innovadores en aeronáutica. La start-up suiza presentó su prototipo de avión hipersónico propulsado por hidrógeno y sus futuros proyectos en la feria VivaTech de París, del 14 al 17 de junio.
Ir por el océano para eludir las regulaciones
Con sede en Payerne, cerca del lago Neuchatel en Suiza, Destinus desarrolla más de 5 modelos de aeronaves hipersónicas. “Destinus está trabajando en el futuro de la aviación. Fundada hace dos años, nuestra empresa emergente quiere producir aviones hipersónicos, 5 veces la velocidad del sonido”, dijo Eléanore Fringhian, ingeniera de Destinus, a Siècle Digital. En el stand de la start-up, un avión de pocos metros intriga a los visitantes de la feria, “es un primer avión llamado Destinus 1 : Jungfrau. Ha realizado numerosos vuelos desde noviembre de 2021. También tenemos un segundo prototipo ya en pruebas, más grande que el expuesto”, explica el ingeniero.
Para 2024, Destinus quiere realizar las primeras pruebas de Destinus 3 : Gamma. Unos diez metros para casi 2 toneladas, la máquina es capaz de alcanzar una velocidad de Mach 3. “Para 2035, queremos poder conectar distancias de 10.000 km en menos de 3 horas con la S. Aumentaremos a 20.000 km en 2045”, desarrolla Eléanore Fringhian. Agrega que el Destinus L, otro modelo, programado para volar en 2045, podrá transportar 400 pasajeros a más de Mach 5, es decir, 4 veces más que el Concorde, que solo podría alcanzar Mach 2.
El modelo Destinus S en VivaTech. Fotografía: Dylan TRACZ / Century Digital.
Si Destinus logra llevar a cabo sus planes, queda un obstáculo físico: el estampido hipersónico. Esta contaminación acústica está prohibida en superficie y a menos de 55 km de la costa. Sobre una maqueta presente en el stand, el ingeniero explica “atravesando los océanos, no tendremos ningún problema”. Para un París – Beijing, un vuelo clásico toma 11 horas para recorrer aproximadamente 8,212 kilómetros (km). Destinus ofrecerá un vuelo de más de 14.000 km vía Polo Norte, con una duración de tan solo 3 horas. Para acceder a los aeropuertos, los aviones permanecerán a velocidad subsónica sobre el suelo. Una vez sobre el océano, podrán alcanzar su máxima velocidad.
Actualmente, Destinus está presente comercialmente en Francia, Toulouse y París, España, Alemania y los Países Bajos. El pasado mes de abril, la start-up declaró que quería recaudar mil millones de euros en los próximos años para realizar más pruebas para cumplir su promesa hasta 2035. Hermeus también trabaja, desde 2019, en un avión hipersónico con la ambición de conectando Nueva York y Londres en 90 minutos.