Para su nueva fábrica de semiconductores de Texas, Samsung tendrá que ampliar las entradas… mucho más de lo esperado. Esto es lo que Reuters nos dice esta semana. La agencia de noticias británica informa que el gigante coreano deberá pagar finalmente un monto total de más de 25 mil millones de dólares por su proyecto para construir una fábrica de chips en Taylor, al noreste de Austin, Texas.
En comparación con el presupuesto inicial, este proyecto debería costar un poco más de 8 mil millones de dólares adicionales a Samsung, nos enteramos. Un aumento drástico del presupuesto debido principalmente a la inflación. «El aumento de los costos de construcción representa alrededor del 80% del aumento», dijo una de las fuentes anónimas de Reuters familiarizada con el asunto, y agregó que «los materiales se han vuelto más caros».
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Una planta que debería entrar en servicio en 2025
«Cuanto más tarde se complete la planta, mayor será su costo», comentó otra fuente no identificada citada por Reuters. “El costo estimado podría aumentar aún más si se retrasa la construcción de la planta de Taylor”, dijo. Contactada, Samsung no quiso comentar sobre este aumento en el presupuesto, o sobre sus objetivos más recientes con respecto a la apertura del sitio. Según Reuters, la fábrica de Samsung en Taylor, anunciada en 2021, debería estar terminada para 2024 y comenzar a producir sus primeros chips durante 2025.
El debut del sitio sería entonces antes de la fecha límite de 2026 establecida por Samsung para garantizar sus créditos fiscales a la inversión, leemos. Una vez completado, el sitio debería contribuir a la creación de 2000 puestos de trabajo y dar lugar a la fabricación de chips dedicados a la IA, 5G y, en general, a los teléfonos inteligentes de la marca.
Aún así, incluso respetando su cronograma, Samsung podría verse obligado a revisar su presupuesto nuevamente al alza a partir de entonces. Y no sería el único en esta situación. El año pasado, TSMC, la fundición independiente más grande del mundo, por ejemplo, anunció que se vería obligada a triplicar el monto de su inversión inicial para la construcción de una nueva fábrica de semiconductores, esta vez con sede en Arizona. Presupuesto total: 40 mil millones. Mismo escenario para Intel y su proyecto de fábrica en Ohio, cuyo costo de construcción podría aumentar de 20 mil millones… a un máximo de 100 mil millones de dólares.