El núcleo interno sólido de la Tierra podría no ser totalmente sólido. En cambio, investigaciones recientes sugieren una malla de zonas sólidas y líquidas que se extienden hacia el centro.
Imagen: Laboratorio Nacional Argonne / Flickr / CC 2.0
Estos hallazgos, basados en ecos de ondas sísmicas, revelan una mayor variedad dentro del núcleo de lo que se suponía anteriormente. Keith Koper, sismólogo de la Universidad (Una universidad es una institución de educación superior cuyo objetivo es el…) de Utah, señala que el núcleo interno (En Francia, este nombre designa a un médico, un farmacéutico o un cirujano dental, à la…), que se espesa alrededor de un milímetro cada año (Un año es una unidad de tiempo que expresa la duración entre dos ocurrencias de un evento relacionado…) por solidificación ( La solidificación es la operación durante la cual un líquido pasa a el estado…) del núcleo externo líquido (La fase líquida es un estado de la materia. En esta forma, la materia es…), habría crecido más rápido en las primeras edades de la historia de la tierra. Él plantea la hipótesis de remolinos de hierro líquido atrapados en el núcleo sólido. El núcleo interno de la Tierra es una bola sólida compuesta principalmente de hierro y níquel (El níquel es un elemento químico, de símbolo Ni y número atómico 28.), de aproximadamente 2440 kilómetros (El metro (símbolo m, del griego metron, medida) es la unidad base de longitud del Sistema…) de diámetro (En un círculo o una esfera, el diámetro es un segmento de línea que pasa por el centro…). Está envuelto por el núcleo exterior, un mar de níquel y hierro fundido de unos 2260 kilómetros de espesor. El movimiento de este metal (Un metal es un elemento químico que puede perder electrones para formar…) en fusión (En física y metalurgia, fusión es el paso de un cuerpo del estado sólido al estado…) crea el Campo magnético terrestre (La Tierra tiene un campo magnético producido por los movimientos de su núcleo exterior -…). Con el tiempo, el núcleo externo se ha cristalizado gradualmente, pero el ritmo de este proceso sigue siendo en gran medida desconocido.
Para explorar el núcleo, Koper y su equipo usaron datos de 20 sismógrafos instalados para medir ondas sísmicas y monitorear pruebas de armas nucleares. Se centraron en las ondas provocadas por terremotos de magnitud 5,7 o superior, lo suficientemente grandes como para alcanzar el núcleo interno y devolver un débil eco al sismógrafo.
El principal resultado de este estudio, publicado el 5 de julio en la revista Nature, es que la composición del núcleo es «no homogénea», es decir variada. En otras palabras, el núcleo interno no se solidificó uniformemente.
Gunning Pang, investigador postdoctoral en la Universidad de Cornell (la Universidad de Cornell es una universidad estadounidense privada perteneciente a…), confirma por primera vez que esta falta de homogeneidad está presente en todas partes dentro del núcleo interno. Las ondas sísmicas se dispersan más a medida que penetran más profundamente en el núcleo, lo que indica falta de homogeneidad en el centro de la Tierra.