Para impugnar un mecanismo de sanción aplicado por la Autoridad de Regulación de las Comunicaciones Electrónicas, Correos y Distribución de Prensa (Arcep), Orange decidió el 3 de febrero de 2023 atacar al regulador de telecomunicaciones. El operador francés lleva varios meses en malos términos con Arcep.
Una historia del despliegue de fibra óptica
Con la interposición de una denuncia contra Arcep, Orange quiere obtener la apertura de una cuestión prioritaria de constitucionalidad (QPC) según informa el diario Le Monde. Este procedimiento permite que una entidad impugne una práctica si considera que es contraria a los derechos y libertades garantizados por la Constitución francesa. En el caso del operador francés, se trata de un mecanismo sancionador desplegado por Arcep que “afectaría de forma desproporcionada a la libertad de empresa”.
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En el origen de este depósito de QPC, una convocatoria de expresiones de interés lanzada por el gobierno francés en 2011. Tenía como objetivo encontrar operadores listos para otorgar fibra a 3.600 ciudades francesas de tamaño medio. Al ser estos territorios menos rentables para los operadores, el Estado pensó que tendría dificultades para encontrar actores de telecomunicaciones interesados. Sin embargo, SFR y Orange habían mostrado interés. Este último incluso se había comprometido a desplegar fibra en más de 11 millones de hogares.
Todos estos compromisos fueron redactados y luego firmados por ambas partes. Sin embargo, Arcep, garante de la correcta ejecución del despliegue, tiene una lectura diferente a la de Orange. A nivel legal, los primeros desencuentros se produjeron en 2018. En ese momento, Orange había presentado un QPC impugnando el mecanismo sancionador de Arcep, pero éste había sido desistido, habiendo acordado las dos partes los términos del contrato. Pero en 2020, Arcep modifica los planes iniciales y obliga a la operadora a cubrir 13 millones de hogares, en lugar de los 11 millones previstos inicialmente.
Orange va al ataque, Arcep dice que está en shock
Después de varios meses de acalorado debate, Arcep dio aviso formal al operador el 17 de marzo de 2022. El regulador afirmó que Orange no estaba respetando sus compromisos para el despliegue de fibra óptica en ciudades medianas. Una sanción que a la empresa francesa le parece gravosa ya que considera que ha cumplido sus objetivos. En diciembre de 2022, la operadora francesa fibró 12,1 millones de hogares, 1,1 millones más que la cuota fijada en 2011. Por su parte, Arcep refuta: solo se habría completado el 87% del proyecto, partiendo de los 13 millones que ha fijado en 2020 .
La directora general de Orange, Christel Heydemann, había expresado su enfado por el comunicado emitido por Arcep. Tras estas impugnaciones, el dirigente decidió reaccionar y presentar una denuncia contra Arcep. Laure de la Raudière, presidenta de la autoridad reguladora estaría “conmocionada” por la puesta en marcha de este procedimiento.
Considera que Orange “busca descartar compromisos legalmente exigibles. Al hacerlo, incumple la palabra que, sin embargo, había dado al Gobierno y al Parlamento”. Laure de la Raudière trató entonces de justificar las acciones de la autoridad que dirige a Le Monde: “Orange parece sorprendida de que un regulador esté regulando. Sin potestad sancionadora, un regulador es un árbitro sin silbato, un policía desarmado”.