Se acaba de superar el hito de las 100.000 estaciones de carga eléctrica. Tan simbólica como es, esta figura ilustra claramente la dinámica del ecosistema comprometido con la transición energética. Por ejemplo, desde el pasado mes de enero se han conectado 17.000 terminales a la red de distribución pública. Después de esta red cuantitativa en las principales autopistas, los esfuerzos deberán centrarse en la carga rápida y el mantenimiento de la red.
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Objetivo cumplido para Francia: con 100.000 estaciones de carga eléctrica instaladas en su territorio, se ha convertido en uno de los países mejor equipados de Europa, pero ahora se plantea la cuestión del mantenimiento de dicha red y el despliegue de cargas rápidas, todavía en gran parte en el minoría. Un tiempo previsto para finales de 2021, luego finales de 2022, el curso finalmente se habrá cruzado unos meses tarde a principios de mayo de 2023. «Es un verdadero logro», saludó Clément Molizon, gerente general de Avere que trae junto a todos los industriales del sector. “Es hora de tener un mensaje positivo y de dar tranquilidad sobre el estado de los despliegues”, subrayó, mientras que la falta de consecución de este objetivo en los plazos había sido ampliamente comentada.
Francia, el país más grande de la Unión Europea por superficie, se convierte en el segundo país mejor dotado, por detrás de la pequeña Holanda y justo por delante de Alemania, que todavía le llevaba la delantera hace unos meses, indicó el Reconocido. Para el presidente Emmanuel Macron, será necesario llegar a 400.000 terminales en 2030 para dar respuesta al continuo crecimiento de la movilidad eléctrica. L’Avere ha fijado un rango entre 330.000 y 480.000 para finales de la década, según Clément Molizon.
La obligación de vender vehículos cero emisiones (principalmente eléctricos) en Europa a partir de 2035 está empujando a los fabricantes a insistir en el despliegue de terminales para dar soporte a la demanda.
Poner los esfuerzos en la velocidad de la carga
Pero la multiplicación de puntos de recarga no es suficiente, advierten algunos jugadores. “Nos hemos fijado un objetivo de cantidad, que está muy bien (…) pero lo que importa también es la calidad de la recarga”, insiste Matthieu Dischamps, Director General Francia de Powerdot, uno de los principales operadores de estación de carga rápida en Francia.
Actualmente, Francia tiene alrededor del 10 % de los puntos de carga rápida, más allá de los 50 kW de potencia. Estas instalaciones te permiten recargar tu vehículo en 20 o 30 minutos por un importe de unos 30 euros, dependiendo del tamaño de la batería. “En Alemania estamos más al 18%” de puntos de carga rápida, subraya Matthieu Dischamps para quien Francia debería apuntar al 20% para estar en línea con la demanda.
“Actualmente hay 1,3 millones de vehículos eléctricos en Francia, y la proyección es que estemos en 13 millones en 2030”, advierte. Cita a los supermercados como ejemplo: “Cuando vas de compras, tienes que poder recargar en 30-40 minutos”. Actualmente, son principalmente las autopistas las que se benefician de estas instalaciones. Como las redes de autopistas APRR y Área, de las que el 100% de las zonas de descanso ya están equipadas, “es decir, una estación de carga cada 30 kilómetros”, según estas empresas.
Mantenimiento y viabilidad de la red
Las inversiones para este tipo de instalación son cuantiosas. En las autopistas, las estaciones deben sobredimensionarse para absorber los flujos durante los fines de semana largos de cruce y evitar la saturación. “Vemos rentabilidad a largo plazo”, dice Clément Molizon, que pide apoyo a las administraciones públicas a la espera de la densificación del parque eléctrico. “Invertimos entre 200 000 y 500 000 euros por sitio y tenemos 1000 sitios en implementación”, dice Matthieu Dischamps.
Otro desafío es garantizar la viabilidad de la red cuando muchos puntos de recarga públicos no funcionan o lo hacen mal y los automovilistas dicen regularmente que encuentran dificultades para recargar su vehículo. Pero para garantizar un despliegue eficiente de puntos de carga rápida, Francia puede contar con Enedis, «el gestor de redes de distribución más rápido de Europa», según Matthieu Dischamps, cuya empresa está establecida en cinco países del continente. La velocidad de conexión de las estaciones a la red “condicionará el despliegue” de las infraestructuras, asegura.