Uber dio a conocer resultados trimestrales más que alentadores esta semana, con un crecimiento de los ingresos del 29 % y pérdidas significativamente reducidas en comparación con el año anterior.
Con este “comienzo sólido”, que Dara Khosrowshahi, CEO de Uber, da la bienvenida, la moral parece estar en buena forma. Trimestre tras trimestre, los efectos del período covid se desvanecen y revelan los resultados de los proyectos emprendidos por el hombre que asumió el cargo 6 años antes.
Si Uber había publicado pérdidas cercanas a los 6.000 millones de dólares en el mismo periodo de 2022, ahora son solo 157 millones de dólares. Por el lado de la facturación, la compañía revela que se ha embolsado 8.800 millones de dólares, frente a los 6.800 millones del año pasado, un aumento del 29%. Esta clara progresión se refleja en un aumento en el número de usuarios, viajes, pero también en la cantidad de transacciones.
Inevitablemente, tales desempeños se sienten en el EBITDA. Para este primer trimestre, Uber anuncia (pdf) 761 millones de dólares, 4,5 veces más que en 2022. Mejor aún, la empresa prevé anunciar en junio ganancias entre 800 millones y 850 millones de dólares. Una puntuación que va mucho más allá de las expectativas de los analistas y hace que el precio de las acciones de la compañía se dispare.
De sus tres divisiones estratégicas, sólo la destinada al transporte de mercancías se encuentra en declive, consecuencia de una preferencia de los consumidores por los servicios, en detrimento de las compras según la empresa. Esta disminución también podría ir en la dirección de los rumores que surgieron a principios de este año, lo que sugiere que se podría vender Uber Freight. Aunque la actividad representa el 15% de los ingresos, no es rentable. También palidece en comparación con el negocio insignia de Uber, la movilidad, cuyos ingresos aumentaron un 72 %, o 4300 millones de dólares, casi la mitad de los ingresos totales.
Finalmente, la parte de delivery operada a través de Uber Eats continúa desarrollándose. Beneficiosa durante la pandemia, tanto para los clientes como para la empresa, esta división está madurando. Para mejorar su rentabilidad, Uber había integrado un sistema de publicidad que vio aumentar su número de anunciantes en un 70% hasta llegar a las 345.000 empresas.
Ante la lentitud del sector tecnológico, que se ha despedido con creces en los últimos meses, Uber está actuando como un buen estudiante. Sin embargo, ella, que ha acostumbrado a la industria a los anuncios regulares de pérdidas colosales, no solo muestra una tendencia positiva, sino que solo ha despedido a muy pocas personas: 150 personas dentro de su división de carga. “Ahora esperamos que la fuerza laboral se mantenga estable o disminuya en los próximos trimestres”, agrega Dara Khosrowshahi.